miércoles, 11 de septiembre de 2013

Genética e investigación empujan exportación de marisco colombiano

La genética, la inseminación y la prevención de enfermedades han convertido a los mariscos y pescados que se crían en el Caribe colombiano en productos de alta calidad para la exportación.

Esto ha sido posible gracias al desarrollo científico que lleva a cabo el Centro de Investigación de la Acuicultura de Colombia (Ceniacua), que ha logrado mejorar las especies desde su sede de Punta Canoa, a unos 20 kilómetros de Cartagena de Indias.
Este centro, que realiza investigaciones financiadas por el Gobierno y vende crías de camarón y cobia a empresas del sector, busca recuperar la acuicultura en un país bañado por los océanos Pacífico y Atlántico.

"Colombia es un país que tiene dos costas (...) que tiene una diversidad inmensa y no tiene maricultura. Eso es un poco absurdo", dijo a Colombia.inn, agencia operada por Efe, la directora científica de Ceniacua, Marcela Salazar, cuyo objetivo es hacer del cultivo marino una actividad rentable, que genere ingresos y empleo.

Ceniacua se fundó en 1993, cuatro años después arrancó el programa de mejora de los camarones y en 2008 agregó a sus investigaciones la cobia, un pescado cuya carne es solicitada por la alta cocina oriental y que ya es exportado por la colombiana Antillana a Estados Unidos.

En sus laboratorios y piscinas, situadas a pocos metros del mar Caribe, los científicos han tomado como referencia protocolos noruegos para la mejora genética del salmón y los han adaptado hasta obtener camarones con mayor tamaño y resistentes a enfermedades.

Se trata, según Salazar, del programa "más innovador" de Ceniacua, entidad que además de proveer larvas de camarón y alevines de cobia, ha prestado asesoría a empresas de Tailandia, Hawai, Belice y Ecuador, e incluso exporta en pequeñas cantidades a China.

Agregó que para ello hacen selección de familias y cruce de individuos.

El personal de Ceniacua marca uno a uno los camarones con trazos de colores en la cola y pequeños anillos en los ojos para así identificar las familias, luego se alimentan en piscinas y se evalúa su crecimiento y resistencia a enfermedades para usar los individuos mejores como reproductores.

En cuanto a la cobia, estas se crían en piscinas con aguas tratadas hasta que son alevines para después venderlas a las pesqueras, y algunos ejemplares se mantienen para estudiar el proceso de crecimiento y desove.

Salazar explicó que este centro además realiza "transferencia directa al sector privado" de tecnología y conocimiento.

También lidera proyectos de investigación en inmunología, enfermedades de camarón y patogénesis, con la mira puesta en el aumento de la productividad y en que el "sector de la acuícola y la maricultura sea sostenible en Colombia".

El desarrollo de la maricultura, en palabras de la investigadora, tendría doble efecto: en el ámbito internacional, lograr un espacio junto a exportadores tradicionales como Chile o Ecuador, mientras que internamente es una alternativa de subsistencia en regiones pobres.

"Teníamos en la época de apogeo en Colombia 4.000 hectáreas de cultivo de camarón", afirmó Salazar, al indicar que entonces Ecuador contaba con unas 120.000 hectáreas.

Observó así el potencial de Colombia, que actualmente tiene unas 1.000 hectáreas de este cultivo y es "por lo menos seis veces más grande" que la nación vecina.

En la parte social, los cultivos de camarón serían una fuente de ingresos en zonas no industrializadas y un gran captador de mano de obra local, al tiempo que garantizaría la seguridad alimentaria.

En su afán investigador, Ceniacua busca la autosostenibilidad, según su directora científica, quien reveló que perciben entre uno y dos millones de dólares anuales entre los fondos estatales y las ventas.

Estos desarrollos han permitido al Centro de Investigación apostar a que cerca de un 40 % de sus ingresos provengan de ventas locales y a ampliar sus horizontes a otros mercados.

"Vamos a exportar alevinos de cobia posiblemente a Panamá, vendemos camarones genéticamente mejorados a las fincas del sector, estamos mandando a Hong Kong", reveló Salazar, para aclarar que aunque las ventas a China ahora suponen apenas 30.000 dólares en reproductores de camarón sirven para abrir mercados importantes. 

Coturnicultura, Cria, y explotacion de la Codorniz

La coturnicultura es el arte de criar y fomentar la producción de codornices para la utilización de sus productos, ofreciendo posibilidades como:• Producción de carne (en pie, canal, congelada, encurtida).• Producción de huevo (liofilizado fértil, para consumo, encurtido).• Aprovechamiento de subproductos  (plumas y excrementos, o codornaza).La codorniz es muy apreciada por sus huevos ya que tienen bajo contenido de colesterol y alto índice proteico, haciéndolos muy recomendables para la alimentación de niños y ancianos; por otra parte, tienen mejor sabor que los de gallina y son muy utilizados en culinaria. Además del huevo, su carne es apetecida por poseer características organolépticas muy estimadas por el consumidor, como textura suave y tierna; por esto, su venta ha aumentado en los últimos tiempos en casi todas las zonas del mundo.Se puede afirmar que la explotación de estas aves es un sector creciente, ya que se presenta como una alternativa comercial con grandes beneficios y costos bajos. En algunos países de Suramérica la coturnicultura está en auge por presentar las condiciones climatológicas apropiadas, como es el caso de Colombia, Venezuela, Brasil y Argentina, en donde se han multiplicado las explotaciones durante la última década, al igual que en México, país en el que la codorniz representa una muy buena opción como acompañante de algunos de sus platos.

La invasión del caracol africano

La aparición de este molusco gigante tiene preocupados a los habitantes de siete municipios de Cundinamarca, pues puede causar meningitis, trombosis y apendicitis.


En 2010, cuando abundaban los anuncios publicitarios sobre las cremas de baba de caracol para curar las cicatrices y eliminar las arrugas, los campesinos del municipio de Agua de Dios empezaron a notar que en la noche desaparecían los cultivos. Detrás de las plantaciones de yuca y maíz estaba una de las 100 plagas más peligrosas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN): el caracol gigante africano (Achatina fulica), que puede medir hasta 25 cm.

En ese entonces, dice la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), se había reportado la presencia del caracol africano en Putumayo: “Hoy está en 26 departamentos. Se ha extendido hasta 110 municipios del país. Ataca a cerca de 800 especies de plantas y se alimenta de heces y otros materiales orgánicos. Suele encontrarse en las plantaciones de tubérculos, hortalizas, árboles, cacao y café”, explica Juan Pablo Pinedo, veterinario experto en este tipo de moluscos y funcionario de la CAR.
El caracol gigante africano ya está en Cundinamarca. El último informe de la CAR señala que en los municipios de Agua de Dios, Apulo, Sasaima, Guaduas, La Vega, Quipile y Puerto Salgar se ha registrado su presencia. “Nosotros lo encontramos hace nueve meses en unos condominios. Investigamos y nos dimos cuenta de que son muy nocivos. El temor de la comunidad es que se están multiplicando muy rápido. Inmediatamente hablamos con la CAR y empezamos a erradicarlos en fosas comunes: los recogíamos y luego les aplicábamos químicos o sal mineralizada. Cada día abrimos más fosas comunes”, asegura William Roberto Forero, alcalde del municipio de Apulo.
En la CAR aseguran que el caracol aún no tienen ningún enemigo natural en Colombia, que ha desplazado a los caracoles nativos y que cada 21 días puede poner de 100 o 400 huevos. Si una persona entra en contacto directo con la baba de caracol, dice Pinedo, “se puede generar una trombosis, una apendicitis o, lo más grave, una meningoencefalitis eosinofílica, que puede llevar a la muerte. Esto sucede cuando algunos caracoles africanos tienen el parásito Angiostrongylus, que puede migrar al sistema nervioso central”. Los investigadores de la corporación explican que los caracoles gigantes adquieren el parásito al alimentarse de los cadáveres de las ratas e inmediatamente lo transfieren al ser humano cuando éste entra en contacto con el molusco.
En municipios como Sasaima, por ejemplo, han aparecido dentro del perímetro urbano: “Encontramos un caracol en el barrio Primero de Julio, en plena zona urbana. Se empezaron a reportar tres y cuatro individuos más. En un principio aislamos el lugar y tomamos fotos, porque no sabíamos qué tipo de caracol era. La CAR nos confirmó que eran africanos y estamos haciendo una campaña de prevención”, dice Francisco Martínez, secretario de desarrollo económico de Sasaima.
En la CAR no descartan que el caracol gigante llegue hasta otros municipios del departamento: “El molusco tiene la facultad de reproducirse muy rápido y dispersarse en los vehículos de material vegetal y en los que transportan ganado. De hecho, se pueden quedar pegados en los zapatos o en la ropa. Actualmente actuamos bajo la resolución 654 de 2011 del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, que nos da las pautas y las facultades para erradicarlos”, dice Pinedo. Los métodos más comunes que se están utilizando para acabar con los caracoles africanos son ahogamiento (ya sea metiéndolos en agua o en una bolsa cerrada) o aplastamiento. También pueden rociarse con sal común o con arsenato de calcio.
Aunque no se han reportado muertes por la presencia del caracol en Cundinamarca, la Gobernación estudia un programa de prevención para que los casos aislados no se conviertan en un problema de salud pública.
El Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional realizó un trabajo sobre el caracol gigante africano en seis departamentos. De acuerdo con los resultados se pudo establecer que la región Andina tiene más municipios con presencia del caracol (48), en comparación con las demás regiones: Orinoquia (29), Amazonia (21) y Caribe y Pacífica (5). “La mayor concentración de municipios infestados se encuentran en el piedemonte de la cordillera Oriental, en las regiones de la Orinoquia y la Amazonia, y a lo largo de los valles interandinos de los ríos Magdalena y Cauca”, señala el estudio.
Los profesores
Édgar Linares y Fernando Fernández han liderado la investigación y explican que en algunos casos los campesinos, desesperados, han optado por quemar sus árboles o sus cosechas ante la reproducción masiva de los caracoles. Además hicieron un llamado a las empresas que transportan este tipo de moluscos: “La invitación es a que no continúen transportando al caracol gigante africano, a que no crean que la baba rejuvenece y a que comuniquen a la autoridad más cercana sobre su presencia”.

ANACULTURA


La anacultura es la rama de la producción de aves, dedicada a la crianza y el 
mejoramiento de los patos, constituye una alternativa para la alimentación 
humana, ya sea mediante su carne o el huevo. 
Existen diferentes variedades de patos, todos ellos han sido domésticados desde 
hace miles de años y con el tiempo se han producido razas para la producción de 
carne o huevo. De igual forma el pato es apreciado por la producción de plumas y 
en algunos lugares es un medio de control biológico de plagas como hormigas, 
moscas y grillos (Banda, 2006).
La carne de los patos presenta múltiples cualidades, por ejemplo su contenido 
proteico, similar a la carne de pollo, se considera de mayor calidad y sabor, el 
huevo de pato tiene un alto valor nutritivo. Además de sus características 
nutricionales, el pato es un ave rústica, resistente y adaptable a todo tipo de 
sistemas de crianza y condiciones ambientales, lo que le da ventaja sobre otras 
especies de aves.  
Los patos domésticos tienen gran relevancia como fuente alimenticia en lugares 
como Asia y Europa, donde hay gran demanda de la carne y del huevo de pato. A 
nivel mundial el país con mayor inventario de patos y el mayor productor de carne 
de pato, es China, mientras que en Europa, Francia es el principal productor y 
consumidor de la carne de pato. En Norteamérica, aunque en menor medida, 
también hay un gran consumo de la carne de pato, principalmente en Estados 
Unidos, donde las razas que tienen mayor demanda para la producción de carne 
son las razas de plumaje blanco como Pekín. 
La producción de carne de pato se ha incrementado de manera estable desde la 
década de 1980, los principales países productores de carne son China, Francia, 
Malasia, Tailandia, Vietnam y Estados Unidos. 6
Cuadro 1.1 Inventario de Patos (miles de cabezas)